martes, 16 de agosto de 2016

PRIMAL FEAR Y LAS TEMÁTICAS DEL CURSO


Dentro de los temas del curso tocados por el film se encuentran tanto cuestiones de relevancia deontológica, relacionadas con los principios generales que rigen el ejercicio de la profesión, como temas relacionados con las obligaciones deontológicas específicas que tiene el abogado respecto del tribunal, el cliente y el abogado de la contraparte.

En primer lugar, se encuentra el tema referido al principio de obrar en ciencia y conciencia que tiene que observar el abogado en la relación que tiene con su cliente. Este tema es abordado por el largometraje cuando a Vail se le da la oportunidad de exponer los motivos por los cuales es abogado, en los que declara que fue movido por su convicción respecto del principio de inocencia de las personas, sosteniendo que él creía firmemente que hay personas buenas que cometen actos malos. Tema que está estrechamente vinculado a la relación que mantiene en todo momento Vail con su cliente Aaron Stampler, especialmente en la motivación que lo llevó a tomar su caso de forma gratuita. Y es en este sentido que el propio Vail llevó al absurdo su firme convencimiento acerca de este principio haciéndolo conculcar, por ejemplo, con obligaciones deontológicas específicas como la referida a la función social de la profesión.

En relación con lo anterior, y dentro del ámbito de las obligaciones deontológicas específicas del abogado, se encuentra la que éste tiene respecto del tribunal y su cliente, referida en principio a la función social de la actividad profesional y a la obligación de lealtad y veracidad, consistente en actuar de forma leal a los intereses de su cliente y de hacerlo en el mismo sentido y simultáneamente con la administración de justicia y el debido cuidado de las instituciones del Estado en los términos del art. 2° del Código de Ética Profesional de 2011.

Esta última obligación que infringió por cuanto, al ser movido por su pasión y afán egoísta, el abogado no pudo o le fue difícil caer en cuenta que su cliente lo estuvo engañando, cuestión que resultó ser peligrosa para la sociedad en su conjunto ya que no se le condenó de ningún modo.

Este tema de la ceguera y apasionamiento que mantuvo Vail a lo largo de casi todo el film respecto de la inocencia de su cliente, se evidencia, por ejemplo, en el fuerte reproche que le hace a sus subalternos de no haber encontrado al supuesto tercer hombre que mató al Obispo, afirmando vehementemente que él creía que el asesino no había sido Aaron, su cliente.

Con respecto a las obligaciones que tiene el abogado con el abogado de la contraparte, que en este caso es la fiscal Janet Venable, se encuentran actitudes reñidas con éstas y que pasan a llevar también otros principios como el de probidad, como por ejemplo en la obtención fraudulenta de la cinta de video y el posterior envío a ella para que la presentara como prueba para señalar la existencia del móvil del homicidio. En este sentido Vail, al involucrarse en exceso con los intereses de sus clientes al punto de casi identificarse con sus pretensiones, hayan sido falsas o no, es que fue impulsado a cometer estas infracciones y a adoptar conductas de venganza en contra de otros personajes del film y cuyos asuntos no tenían nada que ver, al menos sustancialmente, con la causa de Aaron, como lo fue el caso en que se venga del fiscal Shaughnessy por la posible participación de este último en el asesinato de su anterior cliente.

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