EL ABOGADO
Según
nuestro Código de Ética, el abogado como profesional cumple básicamente
la función social de articular el tejido ético de la sociedad,
específicamente debe empeñarse en mantener en equilibrio su deber de
lealtad para con el cliente y su deber de colaborar con la correcta y
eficaz administración de justicia y la vigencia del estado de derecho
(Art. 2° CEP).
El abogado debe tender a lograr la mayor satisfacción posible de su cliente, siendo leal y honesto y respetando su autonomía, pero a la vez, en un marco social más amplio debe colaborar en la conservación y perfección del orden jurídico y del estado de derecho, todo lo cual va unido a la búsqueda de plenitud de la idea de justicia y paz social, por medio de la solución de conflictos o evitando estos.
Para lograr cumplir con esta finalidad los abogados y las profesiones en general, se encuentran normadas por la deontología profesional que permite adecuar la conducta de los profesionales a las expectativas sociales. De esta forma surgen diversos deberes para los abogados que van a ser determinantes en su actuar.
En la película, el abogado es interpretado por Richard Gere y en el desarrollo del film no se demuestra por parte del abogado el respeto a la profesión jurídica, pues su único objetivo es ganar los casos en los que está involucrado sin perseguir el fin de la justicia. Tampoco Vail respeta la autonomía con la que debe actuar el abogado, involucrándose de sobremanera con el caso y defendiendo a toda costa los intereses de su cliente.
LA FISCAL
En
la cinta, la fiscal es interpretada por Laura Linney y es designada
para el caso del Arzobispo de Chicago. Pese a que su rol es acusar al
presento autor del crimen, el caso tiene mayor connotación personal y
emocional para ella, pues su contraparte es el abogado Martin Veil,
además de haber sido su jefe, es una persona con quien mantuvo un
affaire, lo cual ha sido utilizado por el defensor en beneficio de su
cliente.
EL DEFENDIDO
Aaron
Stampler es a quien Martin Veil. Es un monaguillo del arzobispado de
Chicago, al que llega luego de que el Arzobispo lo encontrara en la
calle y lo acogiera en la Iglesia. Aaron era huérfano y no tenía
recursos, por lo que se encontraba en una situación de vulnerabilidad,
tanto emocional como económica. Considerando estas circunstancias,
además que en la película se refleja su timidez y poca personalidad, el
arzobispo se aprovecha de él y los demás monaguillos sexualmente.
En el fondo, Aaron se muestra como el personaje que, por sus circunstancias de vida, no ha sabido a adaptarse a las normas sociales que nos rigen y ha tomado justicia por sus propias manos en contra de su abusador.
Sin embargo, Aaron Stampler es un personaje complejo y que en su concepción psicológica demuestra gran inteligencia al manipular un síndrome de personalidad múltiple que en definitiva le permite la defensa letrada por parte de Martin Vail y que finalmente logra liberarlo de la pena de muerte. Esta manipulación de su personalidad es por parte de su alter ego, Roy, quien llegado el final del film demuestra que creó todo este mundo de Aaron Stampler solo para lograr una buena defensa que lo exonerara de los cargos.
El personaje es defendido por Edward Norton en su debut cinematográfico, llamando la atención de la crítica especializada por el desarrollo de su rol. Su actuación le valió ganar un Globo de Oro al mejor actor de reparto en un film y una nominación a los Premios Óscar.
![](https://i.ytimg.com/vi/GDu2GS-igyQ/maxresdefault.jpg)
LA VÍCTIMA
El
arzobispo, al ser una autoridad eclesiástica, es una figura socialmente
influyente, tanto en temas de moral, polìticos y económicos. Los curas y
sobre todo aquellos de alta autoridad actúan como guías espirituales de
la sociedad, aconsejando sobre la forma de enfrentarnos a diversas
situaciones.
En cuanto al personaje de la película, en el principio se muestra una reunión del arzobispo y las principales autoridades de la Iglesia con autoridades, políticos y abogados de la ciudad de Chicago. Es por esto, que se entiende desde un principio que el Arzobispo es una autoridad bastante respetada en todo ámbito en la ciudad de Chicago. Su crimen, de esta forma, resulta ser un acto repudiado por la mayoría de la población. Sin embargo, cuando luego se descubre que obligaba a los monaguillos a tener relaciones sexuales mientras él los grababa, se cae toda esta imagen de hombre moral que tenía el arzobispo y se dan más razones para creer que Aaron fue su asesino, debido a los actos que le había obligado a realizar el Arzobispo.
LA JUEZA
El juez no está llamado solamente a cumplir las normas y aplicar el derecho. El juez debe ser una persona prudente y tener sentido de justicia.
En la práctica los jueces son funcionarios del poder judicial que tienen la responsabilidad de resolver los conflictos jurídicos que se han presentado ante ellos de acuerdo a derecho. Son un símbolo del estado de derecho y de la negación a la autotutela para la resolución de los conflictos en los que se enfrentan los ciudadanos.
Alfre
Woodard interpreta a la juez que está conociendo sobre el asesinato del Arzobispo bajo el cual se
desarrolla la película. Se muestra ante todo como imparcial, guiando el
juicio sin tener algún tipo de influencia por
parte de los abogados. Cabe destacar la autoridad que tiene en su Corte,
llamando la atención del abogado Vail durante su interrogatorio al
Fiscal Jefe, John Shaughnessy por su conducta. Recalca que su Corte no
es escenario para resolver vendettas personales y que por su conducta, sanciona de oficio al pago 10.000 dólares por parte defensor, amenazándolo con apartarlo
del caso si su conducta prosigue.
[1] RODRÍGUEZ, Manuel Atienza. Ética judicial. Jueces para la democracia, 2001, no 40, p. 17-18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario